sábado, 29 de junio de 2013

Flexibilizan derechos de autor para que ciegos lean



Por Priscila Hernández 
Clarín.com

La delegación argentina le cedió el micrófono para que con su discurso concluyera la participación del país en la Conferencia Diplomática de Organización Mundial de la Propiedad Intelectual en la ciudad de Marrakech, Marruecos.

“Este tratado es claramente un Tratado de Derechos Humanos, ya que brinda herramientas para que las personas ciegas podamos ejercer en igualdad de condiciones el acceso a la lectura”, dijo el secretario de Tecnología y Acceso a la Información de la Unión Latinoamericana de Ciegos, Pablo Lecuona, en este encuentro que reunió a representantes de estados y organizaciones civiles de ciegos de  todo el mundo.

Que le dieran la palabra para que represente a Argentina no fue casualidad. Lecuona, quien también integra la Organización Mundial de Ciegos, fue el asesor de la delegación argentina que llegó a Marruecos hace dos semanas. Y aunque él diga que sólo fue “parte de un pedacito de historia”, fue el principal impulsor en América Latina para que se firmara un tratado que garantice que las personas ciegas como él puedan acceder a libros.

Este activista es también un apasionado de la literatura desde que era un niño, cuando le pedía a su hermana mayor que le leyera cuentos. “Cuando era chico veía un poco y miraba la letra grande, era esta cosa de querer leer”, recuerda Lecuona, y asegura que “hacía de todo con tal de perderse entre las letras”. Ese deseo de leer y que otros también pudieran hacerlo lo llevó a viajar miles de kilómetros, a soportar un caluroso verano para negociar con representantes ciegos de distintos países europeos, africanos y latinoamericanos, y darle un cierre a esa lucha que comenzó en 2009: flexibilizar los derechos de autor para que se garantice el derecho de las personas ciegas de acceder a la lectura.

Lecuona también es uno de los creadores de Tiflolibros, la primera Biblioteca Digital para Ciegos, desde donde se ayuda a más de 6000 personas de 45 países, tal la cantidad de usuarios de ese portal, a conectarse entre ellos y a descargar libros. También tienen una sede que cuenta con computadoras con acceso a Internet, tecnología como un programa que lee lo que aparece en la pantalla. Desde la página web de Tiflolibros se puede acceder al material de lectura sin costo alguno.

Para formar parte de esta red de lectura es necesario tener un certificado de discapacidad ya que los libros son compartidos por las editoriales y losautores en el marco de las excepciones a los Derechos de Autor que establece la Ley 11.723, que rige en la Argentina desde 2007. Esta norma establece que los ciegos pueden acceder a libros a través de reproducciones digitales sin que esto represente una violación legal a los Derechos de Autor. Sin embargo, esto no se replicaba en casi 120 países, por eso era tan necesario un  tratado.

“El tratado favorece la creación de excepciones al Derecho de Autor en las legislaciones nacionales”, detalla Lecuona sobre el documento que se firmará este viernes e insiste en que lo más destacable es que “permite que una persona con discapacidad visual de un país pueda acceder a un texto ya adaptado en otro país”.

Lecuona es Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de Buenos Aires y por su experiencia como estudiante ciego sabe de las dificultades para tener el material de clases de forma accesible. En la Argentina, el 70 por ciento de las personas ciegas que estudian en el nivel secundario abandonan las aulas. “Una de las grandes razones por las que dejan la escuela es porque no tienen los libros para estudiar en igualdad de condiciones”, explica Lecuona y se muestra preocupado por los altos índices de deserción escolar.

Los libros han sido siempre el eje de su vida. En uno de sus primeros trabajos grabó los audiolibros de la Biblioteca Argentina para Ciegos. Luego, ya como uno de los principales activistas y promotores de la lectura para personas ciegas, viajó a esos lugares a los que primero había llegado a través de la lectura; países como Francia, Ginebra, Egipto, España y México, entre otros.

“Estamos aquí para garantizar el derecho a la educación de más de 300 millones de personas ciegas en el mundo, para garantizar un derecho humano fundamental”,  sostuvo Lecuona en una de sus primeras participaciones en Marruecos. Durante esas reuniones, señaló la necesidad de que los ciegos pudieran acceder a los libros. Por momentos, parecía que los intereses de la Unión Europea y de los Estados Unidos iban a frenar la firma del tratado. Por eso, Lecuona y otros ciegos de América Latina, África y Europa decidieron protestar encadenando libros. Esta singular forma de protesta rindió sus frutos, porque hoy finalmente se firmará este importante convenio mundial.

Pablo Lecuona celebrará por los ciegos de la Argentina y del mundo en una fiesta a la que también asistirá el cantante Stevie Wonder, quien desde el principio se pronunció a favor del Tratado y que prometió cantar si se conseguía llegar a un acuerdo. Ambos comparten la ceguera pero también el deseo de que los ciegos de cualquier nacionalidad y coordenada puedan leer sin barreras.