domingo, 9 de mayo de 2010

Me resisto a morir.

En el último año leo y escucho en diferentes foros la urgencia de que los periodistas debemos de utilizar las redes sociales porque de lo contrario moriremos. A mí me da miedo morir tan joven y con tantas cosas por hacer y ganas de hacerlas, que prefiero buscar una especie de fuente de la juventud. Todo indica que ingresar a las redes sociales y abrir un blog es una manera de seguir viva como reportera, aunque yo le agregaría que se necesita pasión y mucha vocación para continuar en esto.

La espinita de abrir un blog la tenía desde hace tiempo. A veces, uno sabe que tiene que hacer algo y no lo hace por desidia o acumulación de trabajo, pero llega el momento y este es el día. Esta es la primera entrada a un blog que pretende ser una mirada incluyente de la información.

Aquí quiero contarte de manera más directa lo que hago, lo que escribo e investigo. Este será un blog para conocer qué piensas sobre los temas que abordo, qué te preocupa, qué sugieres o aquellos puntos que consideras debería incluir en las investigaciones que realizo.

Con eso de que los especialistas y analistas aseguran que si un periodista no usa las redes sociales está condenado a la muerte paulatina, decidí integrar la tecnología completamente al ejercicio reporteril. El primer ejemplo me ocurrió cuando entrevisté vía Facebook a Conrand Sayleri, un haitiano que vive en Guadalajara, su hermano le envío una carta a través de la Cruz Roja para decirle que había sobrevivido al terremoto. Intenté buscar a Conrad para entrevistarlo de diferentes maneras, llamé por teléfono y busqué su celular pero me fue imposible. Se me ocurrió teclear su nombre en el Facebook y después de que aceptó mi amistad, lo entrevisté en el caralibro vía chat.

Es cierto, como reporteros podemos contar muchas malas noticias, llenar los espacios de información que deja el hígado sangrando y la cabeza ardiendo de rabia, pero también es necesario mirar esos esfuerzos que hacen ciudadanos para buscar que el país cambie, aunque sean para muchos acciones mínimas, son historias que merecen ser contadas que son “la Otra Nota”. Bienvenido a este Blog.